Cuando nos ponen delante un problema o supuesto de matemática financiera, a veces no lo resolvemos bien. Y no es por no conocer la fórmula adecuada o no saber despejar correctamente la variable que nos interesa. Simplemente, lo que nos sucede es que no tenemos una metodología clara de cómo operar.

Aquí tienes unos consejos para que ningún problema de cálculo financiero se te resista:
Primer consejo.- lee tranquilamente el problema. Las veces que necesites. Hasta que descubras qué te piden en el ejercicio
Segundo consejo.- es fundamental “sacar los datos”. Ponles nombre (esto es el capital inicial, aquí me dan el tipo de interés…) y también apellido (euros, meses…)
Tercer consejo.- muy importante: HOMOGENEIZAR. Expresa las variables de tiempo y de tipo de interés en la misma unidad. Si trabajas con años, exprésalo todo en años. Si decides utilizar meses, todo en meses. Este es quizás el error más corriente que descubro en los exámenes. ¡Ojo!
Cuarto consejo.- con la información disponible, aplica las fórmulas adecuadas. Ten en cuenta que puede suceder que no necesites todos los datos que el enunciado te ofrece. Puede haber información irrelevante. Y atención: no olvides el orden jerárquico de las operaciones matemáticas. Aquí te las recuerdo:
1º Los paréntesis, del más pequeño al más grande
2º Las potencias
3º Las multiplicaciones y las divisiones, desde la izquierda hacia la derecha de la expresión
4º Las sumas y las restas, desde la izquierda hacia la derecha
Quinto y último consejo.- al finalizar los cálculos, piensa si el resultado que te ha salido es lógico y en qué unidad está expresado.
¡A por ello!