Sonreír es mágico. Nos hace más sociables, más empáticos. Es más, provocamos en los demás otra sonrisa. Haz la prueba. Saluda a tus compañeros con una sonrisa y cuenta cuántos te la devuelven.
Una sonrisa no sólo tiene implicaciones a nivel físico,también es casi imposible hablar de mala manera cuando se sonríe. La entonación de la voz y la intención cambian, se tornan más amigables. Se detecta, incluso, cuando hablamos por teléfono. Imprime a la conversación un tono grato y cordial.
En definitiva, es una gran llave para empezar a comunicarnos y además con buen pie.
Te recomiendo que veas este vídeo del programa de TVE para todos la2 y su entrevista a la experta en comunicación personal Teresa Baró.
¡A sonreír!